El UCAM Murcia cayó con honores en su encuentro de cuartos de final de la Copa del Rey frente al Real Madrid por 84-79. Los de Sito Alonso fueron capaces de frenar el vendaval blanco en la primera mitad para meterse de lleno en el encuentro y provocar un final de infarto. El equipo de Murcia pudo hacer la machada, pero el aro se cerró en las últimas acciones y la moneda cayó del lado del Real Madrid.
Si hay algo seguro es que todos y cada uno de los valientes que viajaron hasta la Málaga no pueden estar más orgullosos de su equipo. Acudir a la cita copera requiere un esfuerzo económico, familiar y laboral. No obstante, ninguno de los murcianos que colorearon de rojo las gradas del coliseo malagueño se habrán arrepentido de acompañar a los suyos en esta aventura.
Enfrentarse al Real Madrid en la Copa del Rey no es lo mismo que en un choque de temporada regular. Los de blanco eran más grandes, más fuertes y mejores. Si además van con el cuchillo entre los dientes, la misión no podía ser más difícil.
El encuentro tuvo dos mitades claramente diferenciadas. Los de Chus Mateo pusieron un ritmo altísimo de salida. El Real Madrid te ahoga. Durante los primeros compases fue una apisonadora y los de Sito Alonso se veían superados en ambos lados de la cancha. El Madrid apretaba en defensa, convirtiendo en cada ataque murciano en un auténtico quebradero de cabeza.
Como resultado, un 3 de 15 en triples. Todorovic, al que no le pesan los galones, sostuvo al equipo en ambos lados de la cancha, con la difícil misión de frenar a Edy Tavares y Poirier. Deck por aquí, Hezonja por allá y Campazzo en todos lados, el juego coral del líder de la liga se imponía en la cancha. Como un ciclista en la montaña, el UCAM supo sufrir y agarrarse al encuentro, para marcharse al descanso a 10 puntos del Real Madrid.
El paso por vestuarios marcó un antes y un después. El UCAM Murcia aceptó el reto y cambió el signo del encuentro. Los universitarios mostraron otra cara y fueron capaces de inhibir el arsenal de ataque madridista con una defensa asfixiante. La grada murciana dio alas y los triples comenzaron a entrar.
Dylan Ennis, casi desaparecido en la primera mitad, fue un puñal. El UCAM forzó varias pérdidas consecutivas que terminaron en tres mates consecutivos del canadiense que pusieron el Martín Carpena del revés. La diferencia menguó al mínimo y a partir de ahí el encuentro ue un toma y daca de infarto.
Facundo Campazzo fue el factor diferencial en el desenlace del partido. El Real Madrid dejó a un lado su sistema coral y basó su juego en el base argentino, que no defraudó. El aro se cerró para el equipo universitario en el último minuto. Clave en defensa y en ataque, lideró la reacción final del Real Madrid para cerrar el partido con el marcador final de 84-79.
Gran partido del UCAM Murcia desde el punto de vista anímico y baloncestístico. La pareja de pívots, Todorovic y Diagne, miraron a la cara a las torres madridistas, que no fueron tan diferenciales como de costumbre. Así termina la aventura copera del UCAM Murcia. Sin final feliz, pero con una dignísima participación en la fiesta del baloncesto español.
