El meandro del río Segura entre la pedanía murciana de El Raal y el municipio de Beniel ha recuperado el bosque de ribera gracias a la plantación de especies autóctonas que ha llevado a cabo la Asociación de Naturalistas del Sureste (ANSE) a través del convenio suscrito con los ayuntamientos de Murcia y Beniel.
La alcaldesa Beniel, Mari Carmen Morales y el concejal murciano Antonio Navarro Corchón, han visitado este martes la zona y han plantado el ejemplar número 4.000 de los que se han incorporado a este espacio desde que se suscribió el acuerdo en el año 2018.
Morales y Navarro, han contado con la presencia del presidente de ANSE, Pedro García, el biólogo de esta asociación Jorge Sánchez, y el alcalde pedáneo de El Raal, Antonio Soto.
Navarro explicó que “este convenio de custodia fluvial, enmarcado en el proyecto Murcia Río, tiene como objetivo recuperar el bosque de ribera debido a los múltiples beneficios que esto tiene y entre los que se encuentra la reducción de gases de efecto invernadero, la reducción de la temperatura ambiental, la depuración del agua y el uso social de todo el entorno del margen del río Segura para los vecinos de la zona”.
Cinco años después de la firma del convenio, el bosque de ribera es una realidad en esta zona del cauce del río, con árboles que superan los seis metros de altura, lo que también permite frenar la proliferación de cañas en el margen.
El Ayuntamiento de Murcia lleva más de diez años trabajando con ANSE y desde hace cinco se están realizando las labores propias de este convenio para la recuperación del bosque de ribera. En total, los técnicos de la asociación están llevando a cabo plantaciones en doce curvas del Segura repartidas entre la Contraparada y el límite provincial con Orihuela y en ellas se trata de hacer una representación de especies autóctonas como olmos, fresnos, saucos, baladres y distintos tipos de sauces, por lo que es el bosque más diverso en cuanto al número de especies de árboles.
Los técnicos señalan que la recuperación del bosque de galería es rápida, pero cuando hay retirar cañas el trabajo se ralentiza, a la vez que suele tener un coste muy elevado, ya que si se utilizan técnicas de solarización para matar las raíces de la caña con el plástico éste puede rondar los 100.000 € el kilómetro de cauce.
