Ministros de Exteriores y de Hacienda de los 27 Estados Miembros de la Unión Europea (EU) reflexionarán los días 27, 28 y 29 de septiembre en Murcia sobre la política de cohesión, la adhesión de nuevos estados, la convergencia regional y los retos futuros, marcados por los cambios demográficos y la concentración de la actividad en áreas urbanas, entre otros aspectos.
La cumbre, que se desarrollará en el centro de la ciudad, con dos sedes permanentes, el Cuartel de Artillería y el Palacio Almudí, arranca en la tarde del día 27 con un seminario de expertos dedicado a los retos comunitarios, que contará con la participación de Josip Brkic, viceministro de Asuntos Exteriores de Bosnia y Herzegovina, uno de los países candidatos a la adhesión a la UE. Cabe recordar que ese país solicitó la adhesión en febrero de 2016 y obtuvo el estatuto de país candidato en diciembre de 2022, a condición de que tomara las medidas recomendadas para reforzar el Estado de Derecho, la lucha contra la corrupción y la delincuencia organizada, la gestión de la migración y los derechos fundamentales.
Esa misma jornada, el Ayuntamiento de Murcia ofrecerá una recepción oficial a las autoridades europeas, que realizarán un recorrido por el centro histórico de la ciudad. Después se celebrará un acto institucional en el que tomará la palabra el alcalde, José Ballesta, como representante de la ciudad anfitriona, para dar la bienvenida a los participantes.
REUNIÓN INFORMAL MINISTERIAL DE ASUNTOS GENERALES
El día 28, el Cuartel de Artillería albergará la reunión informal ministerial de Asuntos Generales, a partir de las 9.00 horas. En ella, los asistentes se centrarán en debatir sobre la mejora de las capacidades para la toma de decisiones por parte de la UE y la preparación de una futura Unión Europea con hasta 36 estados miembros, esto es, nueve más que en la actualidad.
Tanto el debate interno como el externo sobre el aumento del número de estados miembros constituyen "en gran medida" la base de la preparación de la nueva Agenda Estratégica de la UE, que será aprobada en 2024, bajo la Presidencia de Bélgica, según han informado fuentes ministeriales.
La estructura de la jornada se basará en mesas de trabajo en las que estará presente el comisario de Política Vecindad y Ampliación, Olivér Várhelyi. Los asistentes se encargarán de analizar el impacto de la ampliación y el concepto de integración gradual de esos estados.
El almuerzo, en el que estará presente el vicepresidente de la Comisión Europea y comisario europeo de Relaciones Interinstitucionales y Prospectiva, Marôs Sefcovic, se centrará en la Cumbre de la Comunidad Política Europea que se celebra el 5 de octubre y en la autonomía estratégica abierta.
REUNIÓN INFORMAL MINISTERIAL DE POLÍTICA DE COHESIÓN
El viernes 29 de septiembre tendrá lugar, a partir de las 8.40 horas, en el Cuartel de Artillería, la reunión informal ministerial sobre política de cohesión. En concreto, la sesión de trabajo se desarrollará desde las 9.00 horas bajo el título 'Hacia una política de cohesión 2.0'. En este encuentro, los asistentes tratarán el avance de la política de cohesión una vez finalice el marco financiero plurianual 2021-2027, tras la experiencia de gestión tanto de la política de cohesión en el seno de la UE, como del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, impulsado a raíz de la pandemia del coronavirus.
Con el objetivo de estimular el debate, España ha solicitado al Comité de las Regiones y al Comité Económico y Social Europeo la elaboración de dos informes. Ambos serán presentados junto con la postura de la Comisión, del Parlamento y del resto de delegaciones del Consejo durante la reunión en Murcia.
Fuentes ministeriales han recordado que ya el octavo informe sobre la cohesión económica, social y territorial de la UE, publicado en 2022, puso de relieve tendencias en materia de cohesión territorial y convergencia regional. Entre las conclusiones positivas destaca el dinamismo de "la mayoría de las regiones" menos desarrolladas, que "siguen recuperándose y convergiendo con la media de la UE".
Sin embargo, también puso de manifiesto la existencia de un conjunto de regiones que tienen dificultades para "continuar en la senda de la convergencia y el desarrollo debido", a las denominadas trampas de desarrollo. Estas regiones no son capaces de mantener su dinamismo económico en términos de renta per cápita, productividad y empleo, y obtienen peores resultados que las homólogas de su mismo país o de otros países europeos.
Entre los nuevos retos de la Unión, la Presidencia Española considera fundamentales los cambios demográficos, la tendencia a la concentración de la actividad en las grandes áreas urbanas, el menor número de trabajadores activos o el impacto diferenciado de las transiciones ecológica y digital. En este contexto, las autoridades comunitarias reflexionarán sobre cómo conseguir que la política de cohesión responda a las necesidades concretas de cada región. El objetivo es flexibilizar esta política y en ello cobran relevancia los indicadores para definir las categorías de regiones, dirigidos a determinar las tasas de cofinanciación y el contenido de la programación que cada región debe abordar.
En la actualidad, se definen tres categorías utilizando únicamente como referencia el PIB per cápita: menos desarrolladas, en transición y más desarrolladas. Esta versión tan estricta, según las mismas fuentes, "limita nuestra capacidad para obtener una imagen precisa y realista de las diferentes regiones".
Adicionalmente, la Presidencia de España quiere prestar una atención especial a la reflexión sobre las posibilidades de colaboración entre regiones y localidades contiguas y fronterizas, con el objetivo de contribuir al refuerzo de la cooperación y la generación de sinergias que ayuden a dinamizar el tejido productivo y social.
Otro de los retos es reflexionar, junto al resto de estados miembros, acerca de cómo abordar determinadas reformas o inversiones estratégicas, a la vez que se estimula la competitividad regional.
También es prioritaria la reducción de las cargas burocráticas y la mejora el alineamiento de los ciclos presupuestarios y de gestión de la política de cohesión con los estados miembros, poniendo en valor la utilidad de preservar la gestión compartida como un modelo de cogobernanza que permita garantizar el equilibrio en la toma de decisiones conjuntas entre Comisión y Estados miembros, en el marco de una cultura administrativa, de cooperación y de negociación.
Las conclusiones extraídas en las reuniones que se celebrarán en Murcia serán presentadas ante el Consejo de Asuntos Generales que tendrá lugar el próximo 30 de noviembre, en Bruselas (Bélgica).
