El Real Murcia logró una balsámica victoria en el Estadi Balear, feudo del Atlético Baleares, colista del grupo B de la Primera RFEF. En tierras insulares, el conjunto murciano, protagonista de un muy mal comienzo que le había llevado a ocupar la zona baja de la tabla siendo uno de los favoritos para luchar para el ascenso, logró una victoria que aleja los fantasmas y también le permite acercarse a la zona templada de la clasificación.
El técnico uruguayo del Real Murcia, Gustavo Munúa, preparó un equipo inicial con algunas novedades, como la entrada de futbolistas como Álex Rubio, Alberto González o Zalaya.
El Atlético Baleares se hizo dueño de la posesión en el arranque del encuentro y comenzó a acechar la meta de Gianni Cassaró, pero los granas anduvieron más listos a la contra. Rubio robó un balón a un defensa local, puso la directa hacia la meta de Ramón Vila y, sólo ante el portero, definió con determinación. Los murcianos se adelantaban en el minuto 26.
El tanto permitió al Murcia vivir más tranquilo y jugar con más comodidad, hasta llegar a la pausa de hidratación (30'), tras la que los locales retomaron el mando en el juego y crearon varias oportunidades, no llegando a empatar más por su falta de puntería que por los méritos de la defensa murcianista. Sí que fue meritoria una parada de Gianni Cassaro, quien apareció in extremis para salvar un gol directo desde el córner a lanzamiento de Alarcón. El portero logró tocar la pelota lo suficiente para que el balón tocase en el travesaño y saliera de nuevo a córner.
Tras el descanso, malas noticias para el Real Murcia, que se quedó sin su goleador, Álex Rubio, quien tuvo que ser sustituido por unas molestias físicas. Pese a la pérdida, los murcianos jugaron mejor en la segunda parte, más ofensivos y menos a la merced de un colista que, pese a encajar el gol, fue en conjunto mejor que los de Munúa.
En ese segundo tiempo llegaron buenas ocasiones para el Real Murcia, quiero estuvo afilado en el contragolpe, aunque sin puntería arriba, como viene siendo 'marca de la casa' esta temporada. En el tramo final, se vio algún destello de los granas, como una buena jugada individual de Imanol, pero que vio frustrada su intentona por un despeje rival. Ya en el tiempo añadido, el Murcia vio debutar a otro canterano, en este caso Andrés López, quien sustituía al lesionado Dani Vega, aunque apenas tuvo tiempo para entrar en contacto con el balón.
Con la exigua victoria (0-1), el Murcia respira, y su entrenador, también. Pese a las continuas ratificaciones, no haber ganado en el campo del colista podía haber acercado aun más a Munúa a la guillotina. Sin embargo, la victoria ahuyenta fantasmas y ofrece una bocanada de aire fresco que debe durar al menos tres días, ya que el miércoles los granas vuelven a jugar, esta vez ante el Ibiza, en un partido aplazado en su día por un problema con el aeropuerto pitiuso. Entonces se verá si el conjunto grana sigue elevando su nivel y puede acercarse un poco más a los puestos de honor.
