La crisis deportiva en el Real Murcia comienza a agravarse, con el entrenador Gustavo Munúa en la cuerda floja, enfrentando una ola de críticas de la afición pimentonera, descontenta con los resultados y con el juego del equipo. No obstante, el propietario Felipe Moreno continúa respaldando al técnico, siendo prácticamente el único apoyo con el que cuenta el uruguayo en el seno del club grana.
El principal problema radica en la falta de confianza de la plantilla en Munúa. El distanciamiento entre los jugadores y el entrenador es cada vez mayor. Fuentes internas revelan que los miembros del equipo han estado organizando comidas en las que Munúa no ha estado invitado.
El uruguayo tampoco cuenta con el apoyo del cuerpo médico, con el que no congenia. La directiva del Real Murcia se encuentra ahora en una difícil encrucijada, debatiendo sobre el futuro del entrenador y la necesidad de un cambio radical para revertir la situación.
Lo próximo para el conjunto grana será la visita del Real Madrid Castilla al Enrique Roca, en cuyo banquillo se sentará Gustavo Munúa con total seguridad, aunque con el único apoyo del propietario, Felipe Moreno.
