El UCAM Murcia sigue su particular travesía del desierto a estas alturas de la temporada. Tras acumular derrotas y mala imagen en sus últimos compromisos en la liga doméstica, los de Sito Alonso han trasladado este martes su mal momento a la competición europea, lo que se ha materializado en una dolorosa derrota (105-104) frente al Darussafaka turco, en un partido en el que llegó a disponer de una renta de 17 puntos, pero en el que acabó perdiendo en la segunda prórroga.
Los murcianos, que sí parecieron mejorados en los primeros compases del partido, arrancaron bien y, tras un primer cuarto igualado, lograron ajustar su juego en el segundo, al que llegaron con una renta de doce puntos (34-46).
El buen juego se prolongó durante la tercera manga, en la que los de Sito incluso lograron elevar la renta hasta los 17 tantos (52-69). Y hasta ahí duró el UCAM, que se vino abajo de manera incomprensible en los últimos diez minutos, viendo cómo el Darussafaka le doblaba en el parcial en puntuación (34-17 en el último cuarto) para empatar el duelo y mandarlo a la prórroga.
Ahí ya se vieron que las inercias habían cambiado completamente, y, pese a que los universitarios lograron contener a los otomanos en la primera prórroga, en la segunda de ellas lograron imponerse por la mínima (105-104).
El escolta estadounidense Matt Mooney firmó un partidazo para los turcos saliendo del banquillo y firmó una estadística brillante de 27 puntos, 5 rebotes y 4 asistencias, mientras que su compatriota Aaron White también destacó con 14 puntos y 7 rebotes.
En la escuadra universitaria, los exteriores Thad McFadden (25 puntos) y Travis Trice (24) se salvaron, al menos estadísticamente, de la quema. También acreditó buenos números el pívot ucraniano Artem Pustovyi (17 y 7).
