El UCAM Murcia logró una nueva victoria en el Palacio de los Deportes, arrollando con contundencia al Covirán Granada en un encuentro histórico en el que Nemanja Radovic se convirtió en el máximo anotador de la historia del club, con 2084 puntos.
El público de Murcia empieza a estar malacostumbrado. Lo que antes era extraordinario, ahora es rutina. Venir al Palacio casi siempre fue un ejercicio de incertidumbre y sufrimiento. La victoria era una preciada recompensa que se obtenía de vez en cuando y que normalmente casi nunca se obtenía con comodidad.
La película es diferente esta temporada. En su feudo, el UCAM gana con una autoridad propia de los grandes. El equipo es una apisonadora que ahoga a los rivales desde la defensa y que en calidad en ataque mira a la cara a casi cualquier plantilla de la liga. El guion suele ser el mismo: un partido casi resuelto en la primera mitad.
Cierto es que el Covirán Granada es uno de los clubes más modestos de la competición, pero tampoco el UCAM Murcia está entre los más ricos. A pesar de ello, la diferencia de plantilla entre ambas escuadra fue insultante. El trabajo de Alejandro Gómez de cara a la presente temporada ha sido casi perfecto. Cada euro ha sido gastado de la mejor manera posible y el nivel de la plantilla es muy superior al presupuesto.
Con un arranque vertiginoso en el primer cuarto que supo frenar el Granada a base de intensidad y dureza, el UCAM Murcia erosionaba poco a poco a un equipo nazarí, que hacía la goma como Tim Wellens el sábado en la Cresta del Gallo para marcharse a vestuarios 14 abajo y con la sensación de no poder hacer más.
Además de Radovic, el protagonista de la tarde también fue montenegrino. Marko Todorovic ha caído de pie y ha heredado el rol de Birgander cumpliendo con creces. Al pívot, que seguramente aún no sepa si la hoja del paparajote se come o no, no le pesan los galones adquiridos desde el primer día y ahora mismo es el jugador más importante del equipo. Recordó a Marc Gasol anotando desde dentro y fuera haciéndolo todo despacio, y en su canasta lidió a la perfección con un Miura como Cristiano Felicio.
En el UCAM Murcia no hay nadie que no esté enchufado, y además de Todorovic, Ennis se prendió en la segunda mitad, mordiendo con su velocidad en los contraataques y haciendo daño desde el triple. Con esta dupla encendida, el UCAM rompió definitivamente el encuentro en el tercer cuarto, finalizando 75-50.
A partir de ahí, la atención se centró en la leyenda, Nemanja Radovic, cuyo nombre coreó la afición murciana, reclamando su presencia en pista para lograr el récord. Tras unos minutos de fiesta en las gradas, ola incluída, Radovic logró su canasta y el Palacio se rindió a sus pies.
El montenegrino se convirtió en el máximo anotador de la historia del club y la afición le brindó una de las mayores ovaciones escuchadas en el templo murciano antes de dar por finalizado el partido. Tras el maquillaje de los dos últimos minutos, el resultado final fue de 91-78, que no reflejó la realidad de lo vivido.
👑 ¡MÁXIMO 𝐀𝐍𝐎𝐓𝐀𝐃𝐎𝐑 𝐇𝐈𝐒𝐓𝐎́𝐑𝐈𝐂𝐎 DE @UCAMMurcia!
— Liga Endesa (@ACBCOM) February 11, 2024
Con 2⃣.0⃣8⃣4⃣ puntos, @Nemkee se convierte en el jugador con más anotación con la camiseta murciana en #LigaEndesa en la historia del club.
¡Qué GRANDE, Nema!
¡Por muchos más! pic.twitter.com/kLkmD3TP5I
Una nueva victoria apabullante, una nueva paliza. De lo extraordinario a la habitual. El UCAM Murcia ha ganado 14 de los 16 encuentros disputados en casa. En 12 de ellos, lo hizo con una diferencia de dos dígitos. En total, 207 de average en una temporada que ya toma tintes de histórica.
Tras la bocina final, el homenaje a la leyenda y un Palacio entregado en el que nadie se movió de los asientos para presenciar el vídeo que el club había preparado. “Un murciano más”, que “llegó como un niño” y ya es leyenda.
La próxima parada, Málaga. El sorteo, nada favorable, ha hecho que el ambiente no sea tan eufórico como el de dos temporadas atrás, cuando miles de murcianos se comieron la A-92 y vivieron el que probablemente fuera el mejor momento de la historia del club. A pesar de los ánimos y aunque Real Madrid es incontestablemente el mejor equipo de Europa, Chus Mateo no debe estar nada tranquilo. No vendan sus abonos. En el Martín Carpena puede pasar de todo.
