Guerra abierta en torno al agua por el recorte aprobado por el Gobierno al trasvase Tajo-Segura.
La sociedad civil y la clase política defienden sus posturas. El sector agroalimentario habla de "estocada de muerte" al modelo productivo de la Región de Murcia. La CROEM, por su parte, ha lamentado que la última decisión del Gobierno de España, a iniciativa de la ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), Teresa Ribera, de "seguir reduciendo las aportaciones del trasvase Tajo-Segura" es "un nuevo ataque para el Levante español y, en particular, para la Región de Murcia, que tiene en dicha infraestructura una de las razones de ser para su crecimiento social y económico".
Por su parte, el Gobierno autonómico ya ha anunciado medidas en los tribunales para defender los intereses de la Región, al igual que han hecho la Junta de Andalucía y la diputación de Alicante, pero los socialistas parece que se desmarcan de esta iniciativa.
El secretario general de los socialistas y delegado del Gobierno, Pepe Vélez, no se ha posicionado de una manera clara. Por una parte, admite que el texto aprobado por el Consejo de ministros no se ajusta a lo que a él le hubiera gustado, pero por otro se muestra conforme con las contraprestaciones que ponía sobre la mesa la ministra Teresa Ribera acerca del agua desalada y nuevas inversiones en infraestructuras.
Además, Vélez retaba a López Miras a un 'cara a cara' "con luz y taquígrafos" sobre el agua.
CELEBRACIÓN EN CASTILLA-LA MANCHA
Mientras tanto, en Castilla-La Mancha se suceden las declaraciones jubilosas y la sensación de que se ha conseguido una gran victoria. El presidente autonómico, Emiliano García-Page, no oculta su satisfacción y, no sin cierta sorna, invitaba a las autoridades del Levante a "desalar". "Si yo tuviera salida al mar, lo haría", decía.
