Detenidos por cometer 54 robos de cable de tendido aéreo en Lorca y Puerto Lumbreras

La Guardia Civil ha desarrollado en los municipios de Lorca y Puerto Lumbreras la operación 'Cooper 23', una investigación establecida en el marco del 'Plan contra el robo de cobre', que ha culminado con la desarticulación de una organización criminal en Mazarrón, cuyos ocho miembros han sido detenidos como presuntos autores de los delitos de robo con fuerza y de pertenencia a organización criminal.

La operación, que aún continúa abierta, se ha saldado con el esclarecimiento de 54 delitos de robo con fuerza de cable de cobre del tendido eléctrico aéreo de los municipios de Lorca y Puerto Lumbreras, valorado en 300.000 euros.

Las actuaciones se iniciaron en mayo del pasado año, cuando la Guardia Civil abrió una investigación orientada a esclarecer varios robos con fuerza de cable de cobre del tendido eléctrico aéreo de las localidades lorquinas de La Hoya, Aguaderas, Purias, Nogalte, Río, Tercia y Cazalla, y de las pedanías de Puerto Lumbreras de la Estación del Esparragal, Goñar y Puerto Adentro.

Estos robos habían generado alarma social entre los vecinos de las zonas afectadas, al ocasionar cortes de luz que llegaron incluso a dejar sin electricidad la vivienda de unos vecinos de avanzada edad que precisaban del suministro para el funcionamiento de un respirador artificial.

Las pesquisas practicadas por los investigadores permitieron conocer que los robos se cometieron en núcleos de población pequeños y en torno a viviendas diseminadas, ubicadas en lugares aislados de difícil acceso donde, además, no existían cámaras de vigilancia y la circulación de vehículos o posibles testigos era escasa.

La Guardia Civil realizó minuciosas inspecciones oculares en los puntos donde había sido extraído el cable y recabaron información de la empresa suministradora del servicio para conocer los días en que se había interrumpido la red y el valor de los daños y del cobre sustraído, ascendiendo a un total de 300.000 euros.

Después de meses de investigación, y establecido el 'modus operandi' empleado para materializar los robos, los agentes sospecharon que detrás de estos hechos podía existir un grupo organizado, experimentado en el robo de cobre, que había centrado su actividad delictiva en la comarca del Guadalentín.

Según se desprende de la investigación actuaban de noche, en zonas aisladas y sustraían el cable de líneas aéreas, de alta y baja tensión, ubicadas entre bancales de labranza con arboleda, vaguadas, ramblas y caminos de tierra.

Para extraerlo utilizaban utensilios como cizallas y serruchos -manipulados con revestimientos de goma para dificultar la conducción de la electricidad- y aparatos de medición de corriente para comprobar la potencia, evitando de este modo el arco eléctrico que puede producir explosiones o quemaduras en el momento de cortar el cable.

Actuaban de forma organizada vigilando las zonas más sensibles días antes de los robos, llegando incluso a manipular los postes de madera, aflojando los tornillos de sujeción, para que la noche del robo todo resultara más ágil.

TROCEABAN EL COBRE PARA VENDERLO

Las numerosas inspecciones que la Guardia Civil llevó a cabo en establecimientos de compra-venta de material metálico de la zona resultaron positivas al localizar varias partidas que, vendidas en pequeños tramos para no levantar sospechas, resultaron proceder de las líneas eléctricas saboteadas, llegando a obtener con estas ventas más de 80.000 euros.

Estas inspecciones permitieron identificar a alguno de los sospechosos y conocer de esta forma los vínculos, posiblemente delictivos, que mantenía con otros compatriotas, todos ellos vecinos de Mazarrón.

El resultado de la investigación fue puesto en conocimiento de la autoridad judicial que otorgó el correspondiente mandamiento de entrada y registro para el domicilio del principal sospechoso, donde recientemente, se llevó a cabo la explotación de la operación.

En un amplio dispositivo policial, la Guardia Civil detuvo a ocho personas, miembros de una supuesta organización criminal, a la que la Benemérita atribuye la presunta autoría de 54 delitos de robo con fuerza de cable de cobre.

Se trata de ocho hombres, de nacionalidad marroquí, con edades comprendidas entre los 26 y 55 años, que, junto a las diligencias instruidas han sido puestos a disposición del juzgado de Instrucción número 1 de Totana (Región de Murcia).

La operación sigue abierta al no descartar la detención de otras personas relacionadas con estos delitos.