Tres encapuchados se colaron la madrugada del martes en la casa del párroco de Alguazas, Julio Romero, al que agredieron en la cara y en los brazos para conseguir que les diera dinero.
Según los feligreses, el párroco dijo en misa que habían recaudado 6.000 euros para arreglar el campanario, y esa parece haber sido la motivación de los ladrones, que pensaban que el dinero lo custodiaba el propio sacerdote en metálico.