Protocolo de la Diócesis de Cartagena: estas son algunas medidas frente a los abusos sexuales

Entre otras medidas, los sacerdotes, religiosos y religiosas diocesanos, o que provengan de otras diócesis deberán presentar el certificado negativo del Registro de Delincuentes Sexuales y una declaración jurada de su superior en la que conste que nunca han tenido conductas impropias con menores o adultos vulnerables antes de asumir cualquier oficio eclesiástico.

Se trata de un documento marco elaborado por todos los miembros de la Delegación episcopal para la protección del menor y de los adultos vulnerables de la Diócesis de Cartagena.

Entre las conductas vinculantes y sanciones para clérigos, religiosos y laicos, el texto recoge que ningún menor o adulto vulnerable (excepto familiares) puede residir en la casa parroquial de ninguna iglesia, ermita u oratorio, ni en el domicilio particular del clérigo o laico.

Además, ningún menor o adulto vulnerable (excepto familiares) puede entrar en la casa parroquial o en el domicilio particular del clérigo o laico "a no ser que esté acompañado por al menos uno de sus progenitores o representantes legales".

De igual forma, queda prohibido en el tiempo de ocio con menores o adultos vulnerables realizar actividades no programadas por la parroquia o por la Diócesis, o que se lleven a cabo por institutos religiosos, sociedades de vida apostólica, movimientos eclesiales, prelaturas en el territorio de la Diócesis de Cartagena.

"Queda prohibido mantener cualquier relación sentimental de un seminarista, sacerdote diocesano, religioso o laico con menores de edad o adultos vulnerables", según el documento, que también establece que está prohibido que un clérigo o laico "proponga a un menor o a un adulto vulnerable guardar un secreto".

De la misma forma, los menores que participen de la misa como monaguillos o lectores se revestirán en la sacristía, "estando esta con las puertas abiertas". Además, cuando un menor o adulto vulnerable deba hablar con un clérigo o laico en el despacho parroquial, la puerta "permanecerá siempre abierta y estará acompañado de un adulto".

Cuando el clérigo visite a los menores en las aulas de catequesis, siempre estará la catequista presente y la puerta abierta si esta no dispone de cristales transparentes, tal y como indica el protocolo.

En las actividades pastorales de los menores fuera de la parroquia, como excursiones, campamentos, convivencias o peregrinaciones, el clérigo tiene prohibido sentarse al lado de un menor en el autobús, tren, avión o cualquier otro medio de transporte, y tampoco puede permanecer solo con un menor en el baño o dormir en la misma habitación o tienda de campaña.