En su justa medida

Juan Cervantes
Juan Cervantes

Es la mejor tierra del mundo, pero no es su fuerte el tema de la efusividad en las aficiones de sus principales clubes deportivos. En concreto la del Real Murcia puede que tenga su punto rancio. Pero está para ponerle pocos peros a una incondicional que se ha tragado de todo en los últimos años, desgracias digo, y que sin embargo no ha dudado en tirarse a la calle para resucitar de entre los muertos, pulsera a pulsera. O para montar la que montó en el Rico Pérez el pasado año o lograr el récord de asistencia en 1ª REF hace tan solo unos meses. La del Real Murcia está a la altura de las cuatro o cinco mejores de toda España, vuelvo a decir. Y en este contexto, y tras la trascedente gestión de Tornel y Ramos, llega la hora de Felipe Moreno Romero.

Y en su primera campaña de abonados, tras soltar una millonada para la deuda histórica con las instituciones, ha dado la impresión de cierta frialdad en el inicio. Lo habrá flipado Felipe. Un poco, no mucho. Afirmo, lo ha flipado.  Pero al fin parece que las aguas están volviendo a su cauce. Se nada entre los más de 10.000 carnés y aún quedan un par de fichajes de relumbrón más el tirón habitual del regreso de las playas. De modo que ahora sí, hay equilibrio entre la expectativa y la realidad. En su justa medida. Se vienen los mejores años de la historia del Real Murcia, en mi opinión. Que no es la más pelota, pero anda entre las mejor clasificadas. Lejos de los puestos de abajo, que también hacen su papel y son de provecho. En el respeto y en el Real Murcia hay sitio para todo. En su medida justa.