TRIBUNALES

El Supremo anula la condena a un hombre que estuvo 15 años preso al ser confundido con un violador

Dice que "no tiene sentido" mantener la sentencia en aras de la seguridad jurídica" y "en detrimento de la justicia material"

Sede del Tribunal Supremo en Madrid
Sede del Tribunal Supremo en Madrid

El Tribunal Supremo (TS) ha anulado la condena a Ahmed Tommouhi, un hombre que estuvo 15 años preso por dos agresiones sexuales en la década de los 90 al ser confundido por su parecido físico con un violador de Barcelona.

Los magistrados han estimado el recurso que presentó el hombre contra la sentencia de la Audiencia Provincial de Barcelona que le condenó como autor de dos delitos de violación y dos faltas de lesiones a 24 años y 22 días de prisión. A su juicio, "no tiene sentido mantener la vigencia y validez de la sentencia en aras del principio de seguridad jurídica cuando es tan evidente que se hace en detrimento de la justicia material".

La Sala de lo Penal se ha reunido esta semana para deliberar el caso de Tommouhi después de que el pasado enero -en contra del criterio de la Fiscalía- permitiera a la defensa presentar el recurso de revisión dado los "elementos de prueba y nuevos hechos" presentados por el condenado.

En la sentencia, conocida este jueves, los magistrados explican que, aunque "el recurso de revisión es un recurso excepcional, al tener por objeto la revocación de sentencias firmes y atentar por ello al principio de cosa juzgada", "su finalidad está encaminada a que prevalezca la auténtica verdad". En este sentido, explican que la jurisprudencia ha evolucionado de manera que ya no se exige estrictamente que surjan pruebas o hechos novedosos que acrediten la inocencia, sino cuya consideración "hubiese variado el sentido de la sentencia, habiendo podido determinar la absolución o una condena inferior".

EL INFORME DE SEMEN

En la resolución consta que entre las pruebas aportadas por la defensa figura -entre otros- la valoración de un informe que no se tomó en consideración en el juicio. En concreto, un informe de un resto de semen recuperado de la ropa interior de la víctima que fue analizado en 1992 por la Policía Científica de Barcelona, pero que "nunca" llegó a conocimiento del tribunal porque los peritos no acudieron a declarar "pese a ser una prueba admitida". Desde la defensa insistieron en que en dicho informe se evidencia que el resto de semen recuperado "no se corresponde" con Tommouhi.

Ahora el Supremo da por acreditado que los análisis de semen "no coinciden" con los marcadores genéticos obtenidos en la gasa con sangre del condenado y que el tribunal de instancia "solo se pronunció sobre el análisis de sangre (...), sin referencia alguna al semen analizado en el primer informe, que pasó desapercibido para la Audiencia".

Sobre este extremo, la Sala de lo Penal considera que que dicha "omisión" podría "haber sido subsanada" si "ante la no comparecencia de los peritos al juicio oral" se hubiera "accedido a la suspensión solicitada por la defensa" para volver a citarles a declarar.

En la lista de pruebas aportada por la defensa también figura la declaración de la víctima -cuyo testimonio fue "la única prueba tomada en consideración la Audiencia Provincial" de Barcelona para la condena- y que posteriormente reconoció en una entrevista "su equivocación al momento de identificar" a Tommouhi.

TRES DÉCADAS DESPUÉS

Los problemas para este hombre empezaron en 1991 cuando se produjeron varias violaciones en las provincias de Barcelona y Tarragona. Él y su compatriota Abderrazak M. fueron encarcelados. Sin embargo, un informe de la Guardia Civil de 1993 aseguraba que no existían indicios de que ambos hombres se conocieran.

A Tommouhi le acusaban en un principio de 17 delitos, pero lo acabaron condenando a más de 100 años de cárcel por cuatro violaciones y un robo. Sin embargo, las únicas pruebas contra él fueron los supuestos "reconocimientos" por parte de las víctimas.

Abderrazak M., que también sostuvo siempre su inocencia y no aceptó una indemnización de 18 millones de pesetas por parte del Estado tras la anulación de su sentencia por parte del TS, murió de un infarto en la cárcel en el año 2000.

En 1995 la Policía detuvo a otro hombre, Antonio G.C., muy parecido físicamente a Tommouhi, por varias violaciones muy similares a las de 1991.

Además, la Guardia Civil pudo demostrar que una de las cuatro violaciones que se imputaban a Tommouhi fue cometida por Antonio G.C., gracias a las pruebas del ADN. Sin embargo, de las otras tres violaciones no se conservaban tejidos o restos biológicos analizables, por lo que a Tommouhi todavía le imputaban tres agresiones sexuales. Estuvo 15 años en la cárcel a la espera de un indulto que nunca llegó, que el Tribunal Supremo había recomendado y que el fiscal jefe de Cataluña, José María Mena, había solicitado en 1999. Ni el Ejecutivo del PP ni el del PSOE se atrevieron a concederlo a un condenado por cuatro violaciones, aunque los socialistas lo habían reclamado cuando estaban en la oposición.

Cabe recordar que en junio de 2000, el Supremo denegó a la defensa la autorización necesaria para presentar un recurso de revisión al considerar que las dudas sobre la participación de Tommouhi que podían suscitar las nuevas pruebas no eran "suficientes" para establecer "de forma inequívoca y terminante la inocencia del condenado".