La Guardia Civil investiga al responsable de un coto deportivo de Ulea por el presunto caso de envenenamiento de dos perros que fueron hallados muertos en sus instalaciones.
La investigación, enmarcada en la operación 'Noxia', se inició el pasado febrero, cuando el Instituto Armado fue alertado del hallazgo de dos perros muertos en un coto deportivo de caza, fruto, al parecer, de un envenenamiento.
Agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) especializados en protección de la biodiversidad frente al uso de veneno y otros medios no selectivos de caza iniciaron la correspondiente investigación.
Así, averiguaron que el propietario de un perro de similares características a uno de los encontrados muertos había denunciado su desaparición. Al parecer, mientras realizaba unas tareas agrícolas en un paraje próximo al terreno cinegético, el animal se extravió.
En tanto avanzaba la investigación, en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de El Valle de Murcia, lugar al que habían sido trasladados los perros, se practicó la necropsia de los animales, que reveló la presencia de aldicarb en su cuerpo.
El aldicarb es una sustancia prohibida en la Unión Europea desde el año 2007 e incluida en el anexo III (Convenio de Rótterdam), donde se confirma el compromiso de la Unión Europea (UE) de ejercer un control adecuado sobre el comercio y utilización de los productos químicos peligrosos a nivel mundial, partiendo del principio de contribuir a la protección de la salud humana y del medio ambiente tanto dentro como fuera de sus fronteras.
En la actualidad solo se tiene constancia del uso indebido de esta sustancia para la preparación de cebos envenenados dirigidos al control ilícito de depredadores en terrenos cinegéticos.
La persona investigada y las diligencias instruidas han sido puestas a disposición del juzgado de Instrucción de Cieza.
