MEMORIA HISTÓRICA

Otro 'murciano' ilustre tachado de franquista por el Gobierno: Antonio Garrigues

Tras Juan de la Cierva, el ministerio de Justicia ha ordenado retirar el cuadro de Antonio Garrigues Díaz-Cañabate, pese a que fue nombrado ministro por el Rey Juan Carlos para formar parte del gobierno de transición hasta las elecciones
Antonio Garrigues (izq.) junto a la reina Sofía, el rey Juan Carlos y el presidente de los Estados Unidos, John F. Kennedy, en el Despacho Oval de la Casa Blanca
Antonio Garrigues (izq.) junto a la reina Sofía, el rey Juan Carlos y el presidente de los Estados Unidos, John F. Kennedy, en el Despacho Oval de la Casa Blanca

Después de Juan de la Cierva, otro ilustre personaje con amplia vinculación con la Región de Murcia es tachado de franquista por el Gobierno en aplicación de la Ley de Memoria Histórica. En esta ocasión se trata de Antonio Garrigues Díaz-Cañabate, quien, pese a haber nacido en Madrid, es hijo del abogado totanero Antonio Garrigues Martínez y tuvo una muy intensa vinculación con la localidad murciana, viviendo en ella durante años. Fue, además, fundador del conocido despacho Garrigues y padre de Antonio Garrigues-Walker, otro murciano ilustre y actual presidente del bufete.

Según publica El Español, el ministerio de Justicia ha ordenado, en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica, que se retiren los retratos de todos los ministros de Justicia que lo fueron en tiempos de Franco. Pero, además, ha ordenado que también salga el retrato de Antonio Garrigues, que no fue ministro franquista, sino que ostentó la cartera en el primer gobierno de la monarquía, nombrado personalmente por el rey Juan Carlos, después del fallecimiento del dictador

"VESTIGIO DEL FRANQUISMO"

Fuentes del ministerio justifican a El Español la retirada del cuadro de Antonio Garrigues -pese a que no ostentó el cargo en la dictadura- calificándolo como "vestigio del franquismo. Sostienen, en un comunicado escrito, que el límite está en la legislatura constituyente, la de 1977. Garrigues fue ministro de justicia entre el 12 de diciembre de 1975 y el 5 de julio de 1976, formando parte del Gobierno presidido por Carlos Arias Navarro.

"MI PADRE NO FUE MINISTRO DE UNA DICTADURA"

Antonio Garrigues-Walker, hijo de Garrigues Díaz-Cañabate, no ha ocultado su asombro al conocer la noticia, y ha dejado claro que "mi padre no fue ministro de una dictadura, lo fue de una monarquía", en alusión al periodo de transición que lideró el rey Juan Carlos y que culminó con las elecciones de 1977 y la posterior aprobación de la Constitución en 1978.

"Mi padre dedicó muchísimo esfuerzo a luchar por la democracia, a intentar lograr la apertura de España al mundo. El Gobierno juega con datos incompletos. La retirada de ese cuadro supone una enmienda a la totalidad de lo que fue la misión más importante de su vida".

El abogado totanero también fue director de la Cadena SER durante 40 años, siendo accionista el grupo Prisa, y el presidente de éste, Jesús de Polanco, le nombró presidente de honor de esta emisora, siéndolo hasta que falleció, en el año 2004, a los 100 años. En aquel momento, los medios de Prisa alabaron a Antonio Garrigues como el dirigente que, en la Transición, había "devuelto la radio a los accionistas después de haber sido intervenida por Franco".

Además, fue embajador de España en Estados Unidos (1962-1964) y embajador ante la Santa Sede (1964-1972). Entre los honores que ostentaba, están la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica, la Gran Cruz de la Real y Muy Distinguida Orden de Carlos III, la Gran Cruz de la Orden de San Raimundo de Peñafort y el Collar de la Orden de Isabel la Católica.

En vísperas de su centésimo cumpleaños, el rey Juan Carlos le nombró Marqués de Garrigues en reconocimiento de sus muchas aportaciones a la sociedad española. En ese mismo año, 2004, el ayuntamiento de Totana le concedió el Escudo de Oro de la ciudad, reconociendo asimismo sus méritos y su estrecha vinculación con el que consideraba su pueblo. Falleció antes de recogerlo, y fue su hijo Antonio quien lo recibió a título póstumo.