El Real Murcia acumula una nueva decepción del Real Murcia, un equipo que sigue empeñado en instalarse en el ni fu ni fa. A un partido bueno le sigue otro malo, invalidando cualquier tentación de ilusionarse con que el equipo pueda hacer algo esta temporada.
Así pues, el Murcia cosechó una derrota en su visita al campo de otro histórico, el Castellón, que, este sí, está haciendo honor a su historial y está en lo más alto de la clasificación.
Pablo Alfaro decidió modificar su sistema y alineó a cinco defensas (5-4-1), los mismos que el Castellón, por lo que se puede imaginar que la calidad futbolística y el juego de ataque más bien brillaron por su ausencia. Con todo el Castellón trataba de atacar y el Murcia presionaba arriba para impedir combinaciones con facilidad, pero poco a poco el equipo de Castalia imponía su ley. Así fue hasta que rozando el cuarto de hora el árbitro señaba un penalti por mano de Rofino. Haris Medunjanin fue el encargado de lanzarlo y en esta ocasión Manu García, portero grana, demostró por qué está siendo el mejor de los suyos esta temporada estirándose con plasticidad y desbaratando la ocasión.
Nada cambió. El Castellón siguió dominando el partido y el Murcia defendiéndose cada vez más atrás y a la media hora llegó el tanto de los blanquinegros. Llegó en una falta lateral mal defendida por el Real Murcia que aprovechó Medunjanin para fusilar a Manu García y marcar.
Ya en el segundo tiempo, la presión permitó a los murcianistas robar un balón que acabó en los pies de Marc Baró, quien puso un gran centro para que Carrillo sólo tuviera que empujarla. Con toda la segunda parte por delante, el Murcia lograba igualar las cosas. Sin embargo, cinco minutos dura la alegría en casa del Murcia. El central Granero salió de su zona de confort para presentarse en el área grana y dar un pase de la muerte para que De Miguel simplemente la empujase.
El Murcia intentó entonces hacer lo que no había podido o sabido hacer en todo el partido, y a punto estuvo de salirle bien, porque dispuso de un par de ocasiones claras. También el Castellón rondó el 3-1, pero el marcador ya no se movió.
Así acaba en lo deportivo un 2023 que puede haber sellado la salvación económica del club, pero que, en lo deportivo, ha sido un año muy, muy triste. El equipo lleva meses sin ofrecer un partido redondo. Demasiado tiempo sin dar una alegría a una afición muy necesitada.
