El Real Murcia regaló a sus aficionados una nueva decepción que le aleja de la zona alta de la clasificación que llegó a tocar con los dedos hace unas pocas semanas. Los murcianistas cayeron con estrépito (1-4) frente al Málaga, uno de los -teóricamente- de su liga que demostró que ahora mismo está muy por encima de los de Pablo Alfaro.
Y es que el cambio de entrenador ha quedado diluido sin efecto, y, pese al espejismo del primer par de partidos con Alfaro, parece incluso que los granas han dado algunos pasos atrás respecto a lo que era el Murcia de Munúa.
Y todo ello a pesar de que el Murcia empezó de cara en el encuentro. No se había cumplido el primer minuto de juego cuando los murcianistas recibieron un penalti a favor por mano del defensa Nelson Monte en un balón colgado. Guarrotxena anotaba el tanto que establecía la ventaja grana cuando apenas había sonado el pitido inicial.
Pero los granas están negados este año, y a los ocho minutos de juego Genaro empataba el encuentro a la salida de un córner con un buen remate con la pierna izquierda en el punto de penalti, en una jugada horrorosamente defendida por los murcianistas. Y es que el gol murcianista había sido un espejismo, pues era el equipo boquerón el que dominaba ampliamente el juego, y los granas achicaban agua como podían. En un contragolpe, Santos puso un buen balón y Guarrotxena remachaba al palo.
Nada más reanudar el partido tras el descanso, el Máalga logravba adelantarse tras otro buen saque de esquina, de nuevo por parte de Juan Hernández, en esta ocasión rematado con maestría por Murillo. La defensa grana, una vez más, ni le vio.
Los murcianistas seguían viendo cómo el Málaga les comía el terreno poco a poco, y los cambios de Alfaro tampoco parecían surtir efecto. Pedro León y Rodri entraron a falta de media hora, pero si hubo cambio, fue a peor, pues poco después Dani Lorenzo anotaba el 1-3 para los granas, tras una meritoria colada de Kevin Medina, quien puso un buen centro que remataba a la segunda el delantero malaguista. Y apenas un par de minutos después, Roberto aprovechaba un mal intento de despeje de Alberto González, quien dejó el balón muerto en el área, y anotaba el 1-4.
Quedaban 25 minutos de agonía en el Enrique Roca. El tedio fue animado por los cambios, que se sucedieron en ambas escuadras. Entre medias, pudo llegar el quinto tanto visitante, de nuevo en un córner ante el remate de Víctor García. Ante ello el Murcia sólo presentó un disparo desde el medio del campo que no sorprendió a Alfonso Herrero, y la 'guinda' para un domingo negro la puso Carrillo, quien, con el tiempo cumplido, realizó una entrada a Murillo fruto de la desesperación que le costó la roja directa.
El Real Murcia es actualmente un equipo a la deriva que está demostrando no estar a la altura de los mejores de la competición, aunque tampoco parece que vaya a sufrir. El equipo grana necesita un profundo golpe de timón si quiere volver a mirar hacia arriba esta temporada y acercarse a su objetivo de luchar por el ascenso. Algo que, ahora mismo, parece imposible.
