El Real Murcia ha celebrado este martes una Junta Extraordinaria de Accionistas que puede marcar un antes y un después en su historia. El único punto del orden del día era aprobar el Plan de Reestructuración de la deuda del club, que asciende a más de 10 M€ y que amenaza su viabilidad. El plan, impulsado por el Consejo de Administración que preside Felipe Moreno, propone una quita del 95% para los acreedores privados, lo que reduciría la deuda a una cantidad simbólica.
La Junta contó con una alta participación de los accionistas, que representaron el 78,85% del capital social. Entre ellos, hubo algunos que se mostraron contrarios al plan, como Mauricio García de la Vega, Enrique Roca y Agustín Ramos, que enviaron a sus abogados para impugnar la sesión y defender sus intereses. También hubo un duro enfrentamiento entre Julián Luna Rojo, que representa a García de la Vega, y Felipe Moreno, que se acusaron mutuamente de perjudicar al club.
Moreno defendió su plan como la única solución posible para salvar al Real Murcia de la insolvencia inminente, y aseguró que él era el que más se sacrificaba con esta medida. También contó con el apoyo de Higinio Pérez, el abogado que diseñó el plan, y de Rafael Marras, el reestructurador nombrado por el Juzgado Mercantil. Además, recibió el respaldo de la mayoría de los accionistas presentes, entre ellos la Federación de Peñas, que expresó su confianza en el Consejo.
Tras más de dos horas de debate, el Plan de Reestructuración fue aprobado con el 79,85% de los votos a favor. Ahora, el plan deberá ser ratificado por el Juzgado de lo Mercantil 1 de Murcia, que tendrá en cuenta las posibles alegaciones de los accionistas y acreedores que se oponen al mismo. Si el plan prospera, el Real Murcia podrá afrontar el futuro con más esperanza y tranquilidad.
