El Real Murcia llegaba a este Domingo de Ramos necesitado de algo así. Los pimentoneros se quitaron todos los fantasmas de encima goleando al Cornellá en un partido perfecto. Atrás queda ya esa racha de empates que mantenía a los granas sin ganar desde hacía más de un mes. El Murcia necesitaba puntos, necesitaba ganar y sobre todo necesitaba goles. Esta victoria es balsámica para Simón, cuestionado por parte de la afición, por los jugadores y sobre todo por los murcianistas. El tiempo nos dirá si esto es el inicio de una racha positiva justo cuando entramos en la parte decisiva de la temporada, o si lo de hoy ha sido solo un espejismo.
El comienzo del encuentro fue de respeto por parte de ambos equipos. Con ambas escuadras bien posicionadas y ordenadas, no sería hasta el minuto 20 cuando llegaría la primera ocasión clara para los locales. Nada menos que un penalti a favor de los granas por una entrada a destiempo. No supo transformarlo Pedro León, que lo tiró centrado y el guardameta catalán atajó sin problemas.
Sin tiempo para lamentarse, los granas pusieron una marcha más, y apenas cinco minutos después llegó el primer tanto, precisamente partiendo de las botas de Pedro León, que puso un centro que remataba llegando desde atrás Dani Vega para hacer explotar en júbilo al público asistente al Enrique Roca.
Pedro León, jugador franquicia del Real Murcia, volvió a dejar claro que es uno de los mejores jugadores de la categoría, volviendo a tomar el control del juego y apareciendo constantemente con peligro. De nuevo una internada suya terminaría en gol, tras un centro que al segundo palo que, tras un rebote, terminaría recogiendo Aguza para marcar. El muleño se resarcía de esta manera tras el fallo del penalti.
Tras el paso por vestuarios, el Cornellá trataba de inquietar algo a la defensa grana, pero los de Mario Simón estaban realmente cómodos. En el minuto 65, tras una falta peligrosa de los catalanes, el Murcia montó un contragolpe devastador gracias a un extraordinario pase de Arnau para Dani Vega, que regateaba al portero para aumentar distancias y dejar un 3-0 en el marcador que se antojaba casi definitivo.
Con el partido ya tranquilo, en el descuento quedaba tiempo para una alegría más. Recién entrado al campo, el ecuatoguineano Pablo Ganet pondría la guinda al partido con un disparo fuera del área para dejar el marcador en el 4-0 final.
Una victoria brillante y de jerarquía, que vuelve a dar tranquilidad y a acercar al Murcia a los puestos de playoff. El conjunto pimentonero es quinto en la tabla, empatado con el cuarto, y a tan solo un punto de la segunda plaza.
