El Real Murcia llegaba lleno de dudas a La Nucía después del desastre en casa ante el Osasuna B la pasada semana. El equipo pimentonero no consiguió quitarse el mal sabor de boca, sacando un solo punto en uno de los campos en los que hay que ganar si se aspira a estar en lo más alto. Cierto es que mejoró su imagen y se mostró sólido, sin encajar goles, pero faltó fútbol de medio campo hacia delante.
Mario Simón planteó de nuevo una revolución en el once, como es habitual casi cada encuentro. La decisión más cuestionada y llamativa, la suplencia de Pedro León, 'jugador franquicia' del conjunto grana y el que más calidad posee. La ausencia de problemas físicos en el muleño y su buen rendimiento esta campaña nos da a entender que el técnico madrileño quiso darle descanso. También volvía al equipo titular Pablo Ganet, después de varias actuaciones solventes saliendo desde el banquillo. Miku, cuestionadísimo, volía a la titularidad en lugar de Carrasco.
El Real Murcia comenzó dominando, dejando clara su superioridad con un buen control de balón. Se mostraba cómodo, pero sin grandes ocasiones, y echaba en falta la aparición del los jugadores de arriba, siendo Ganet el que más cosas intentaba. La Nucía tampoco se echaba atrás, y estuvo cerca de abrir la lata con un un remate a bocajarro de Sanz que evitó Alberto González. Poco más que llevarse a la boca en un primer tiempo escaso de fútbol.
Dominio grana sin premio
El Real Murcia mostró jerarquía en la segunda parte. Consciente de la importancia de conseguir los tres puntos, los jugadores de Mario Simón salieron voluntariosos y con buena actitud del vestuario. Y eso se tradujo en un gol que no subió al marcador. Inoussa provocó una falta que lanzó Pablo Ganet y que el guardameta de La Nucía rechazó con una espectacular palomita, aunque el balón había entrado. La imágen de televisión demostró que el balón cruzó la línea, pero en 1RFEF no hay VAR ni tecnología gol. El marcador se quedó en 0-0 y el Murcia tenía que seguir intentándolo.
El conjunto pimentonero seguía dominando, tenía el balón y buscaba el gol con ímpetu. Mario Simón dio entrada a Pedro León buscando una pincelada del artista muleño que decantara la balanza del lado grana. Apenas tuvo incidencia el exmadridista, y el Real Murcia poco a poco se fue apagando. Tímidos intentos hasta el final del partido, que acababa con el mismo resultado con el que empezó.
Un punto que sabe a poco a los murcianos, necesitados de una victoria, y que no termina de lavar la imagen dejada en el partido frente al filial de Osasuna.
