Luis Rubiales acaba de anunciar en redes sociales que ha dimitido como presidente de la RFEF y vicepresidente de la UEFA. En la actualidad, el dirigente se encontraba inmerso en una suspensión cautelar de tres meses impuesta por la FIFA, organismo mundial del fútbol, mientras se investigaba el comportamiento del andaluz durante y tras la final del mundial, cuando protagonizó gestos obscenos en el palco y besó sin consentimiento a una de las jugadoras de la selección en plena ceremonia de entrega de medallas.
Dicho acto ha provocado una contestación sin precedentes en el mundo del fútbol, tanto en España como en todo el planeta, y provocó que el Gobierno tratase de suspenderle del cargo, algo que finalmente no pudo conseguir al considerar el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAD) que su actitud fue 'grave', y no 'muy grave', tal y como pretendía el Gobierno.
No obstante, el clima creado contra su actitud hacía inviable el regreso de Rubiales al puesto de presidente cuando terminase su suspensión actual, como ha admitido el propio dirigente: "Tras la veloz suspensión realizada por FIFA, más el resto de los procedimientos abiertos contra mi persona, es evidente que no podré volver a mi cargo".
Y es que la fiscalía general del Estado se ha querellado por lo penal contra Rubiales, a instancias de la jugadora, por agresión sexual según la nueva ley del 'sí es sí', que podría acarrearle una pena de entre 1 y 4 años de prisión.
En una carta publicada en redes sociales, Luis Rubiales asegura que "insistir en quedarme a la espera y aferrarme a ello (al cargo de presidente) no va a contribuir a nada positivo, ni a la Federación ni al fútbol español. Entre otras cosas, porque hay poderes fácticos que impedirán mi vuelta".
Además, el ya expresidente proclama que "tengo fe en la verdad y voy a hacer todo cuanto esté en mi mano para que prevalezca". "No quiero que el fútbol español pueda resultar perjudicado por toda esta campaña tan desproporcionada y sobre todo, tomo esta decisión tras haberme asegurado de que mi marcha contribuirá a la estabilidad que va a permitir que tanto Europa como África sigan unidad en el sueño de 2030, que permitirá traer a nuestro país el mayor evento del mundo", añade Rubiales, en alusión a la candidatura de España, Portugal y Marruecos para organizar el Mundial 2030.
