Día aciago para el FC Cartagena, que ha dejado escapar la ocasión de liderar LaLiga Smartbank, posibilidad que se daba ayer tras la derrota del Alavés en Burgos y que llenó de ilusión a la afición albinegra. Para ello tenía que ganar al Leganés, colista de la competición, en el Cartagonova. Todo venía a favor. Las sensaciones y la dinámica del equipo eran positivas. No fue así, el fútbol tiene estas cosas, y la Segunda División es una competición donde no hay rival fácil y cualquiera puede darte un susto. La derrota dejó especialmente mal sabor de boca por cómo se produjo, con un Efesé que se adelantó en el marcador y acabó siendo remontado, y también por el polémico final, con un empate en el descuento que el VAR anuló.
El partido del Cartagena no fue bueno. El Leganés, a pesar de ser colista, es uno de los equipos más poderosos de la liga, y bien sabía Luis Carrión que no iba a ser un encuentro sencillo. Necesitábamos ver la mejor versión del conjunto albinegro y eso no se produjo. El equipo estaba incómodo y espeso, no era el mismo, y el Leganés pudo ponerse por delante con ocasiones claras. La sensación era que el 0-0 al descanso no era mal resultado, visto lo visto.
Toda la acción sucedió en la segunda mitad. De las botas de De Blasis, el de siempre, el jugador franquicia, partiría el gol que abría el marcador a favor del Cartagena. Su balón fue a parar a Delmás, que ponía un centro perfecto para que la embocara Borja Valle directa a las mallas. Todo en orden, el Cartagena era líder virtual y parecía que se habían revertido las malas sensaciones del primer tiempo.
Después del estallido de júbilo llegó el silencio. Apenas unos minutos después, Omeruo de cabeza cazaría un balón que terminó en gol y fue un jarro de agua fría para los de Luis Carrión y para toda la afición albinegra. El Lega se creció, sacó a relucir su amplia plantilla sacando a Nyom y Fede Vico. Del lateral camerunés partió el centro que remató Juan Muñoz para poner el 1-2 y enmudecer más aún el Cartagonova.
Se fue arriba con más casta que fútbol el equipo de Luis Carrión, que intentaba el gol del empate que finalmente terminó llegando en el descuento. Un saque de esquina en el minuto 95 que subió a rematar incluso Escandell, terminó con Nyom metiendo el balón en su propia portería. Tanto que anuló el VAR tras 5 minutos de deliberación, por estar Ortuño en posición adelantada, a pesar de que el delantero yeclano no tocó el balón.
A pesar de que el juego mostrado no fue bueno y de que el Cartagena no mereció ganar, el final supuso aún más frustración y amargor a los 11.000 espectadores que se dieron cita en el feudo albinegro. Ahora, el Cartagena debe olvidar lo ocurrido y trabajar para sacar adelante los dos compromisos que afronta el equipo esta próxima semana, capital para seguir metido en la pelea por los puestos de ascenso.
