Este Cartagena pinta muy bien. Si a su habitual solidez en casa consigue sumar este rendimiento en las canchas rivales, tenemos un equipo que ahora mismo sueña y hace soñar. Y lo hacen con todo el derecho del mundo, pues finalizan la jornada en tercera posición, empatados con los puestos de ascenso directo. 5 victorias en 8 partidos y lo mejor, la sensación de que todo es un engranaje donde cada pieza hace su función y el fútbol fluye. Para ganar no hace falta jugar bien, pero si juegas bien lo normal es que ganes.
No imaginaban los más de 13.500 espectadores que se dieron cita en el Carlos Tartiere lo que iba a suceder. La puesta en escena fue inmejorable, y los de Luis Carrión salieron como motos y con las cosas claras. Un baño de fútbol en el que el Oviedo no se enteraba de nada. El run run daba paso al silencio en el minuto 10, cuando Sadiku, que se afianza como el punta de este equipo, mandaba a la red un magnífico balón que le puso Calero templado desde la banda.
Un pecado que suelen cometer muchos equipos es relajarse después de abrir la lata. No es el caso de este Efesé, que siguió con el plan y quería más. El Oviedo, lleno de dudas, no reaccionaba. El Cartagena era el dueño, se llevaba todos los balones divididos, mucho más enchufado que el equipo local. Pablo De Blasis es un lujo para los albinegros, un auténtico pelotazo de su dirección deportiva y el relevo de Rubén Castro como jugador franquicia de este equipo. Todo pasa por sus pies, y de sus botas llegó el córner que transformó en gol Alcalá, poniendo el 0-2 y tornando el silencio en una sonora pitada de la afición asturiana a la hora del descanso.
Sacó algo de orgullo el equipo ovetense después de la bronca de su hinchada y de su míster, aunque el Cartagena seguía llegando y tenía las más peligrosas. Si bien el encuentro estaba casi sentenciado, el Cartagena dio la puntilla al Oviedo desde el córner. Sangalli la puso con música y de nuevo Alcalá. Todo salía, y el defensor de Mazarrón nunca olvidará la vez que hizo un doblete en el Carlos Tartiere. Más aún cuando era un jugador que iniciaba la temporada con muchas dudas y que ha sido una apuesta del propio Luis Carrión.
El Oviedo haría el del honor con polémica, cuando Marco Sangalli controlaba con la mano un balón antes de marcar. El VAR concedió el gol, pero no creo que nadie se vaya a la cama enfadado en Cartagena esta noche por esa acción. Más bien con ganas de soñar.
La ficha
Real Oviedo - 1
Tomeu Nadal; Miguelón (Hugo Rama, '75), David Costas, Rodri Tarín, Pomares; Viti (Marco Sangalli, '66), Luismi, Javi Mier (Abel Bretones, '55), Marcelo Flores (Montoro, '45); Enrich (Obeng, '55) y Borja Bastón.
FC Cartagena - 3
Escandell; Calero (Delmás, '84), Alcalá, Kiko Olivas, Datkovic, Jairo (Sanmartín, '85); Musto, Mikel Rico, De Blasis (Luca Sangalli, '74); Borja Valle (Arribas, '60) y Sadiku (Jaime Romero, '85).
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Goles: 0-1, Sadiku ('10). 0-2, Alcalá ('32). 0-3, Alcalá ('80). 1-3, Borja Bastón ('90+).
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Árbitro: López Toca (Cantabria). Tarjeta amarilla a Miguelón y Pomares (Oviedo); y a Datkovic y Alcalá (Cartagena).
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Estadio: Nuevo Carlos Tartiere. 13.501 espectadores.
