Israel ha anunciado este sábado la muerte del líder del partido milicia chií libanés Hezbolá, Hasán Nasralá, después de los intensos bombardeos que lanzaron durante la tarde y noche del viernes en los suburbios de la zona sur de Beirut, bastión de la organización.
"Hasán Nasralá ya no podrá aterrorizar al mundo", han escrito las Fuerzas de Defensa de Israel en su cuenta de X. El Ejército ha destacado que durante los 32 años que ha estado al frente de Hezbolá ha sido responsable de "muchos asesinatos" tanto de civiles como de soldados israelíes, así como de actos de terrorismo en otras partes del mundo.
Además de Nasralá, las FDI han confirmado la muerte de varios comandantes de Hezbolá, entre ellos Ali Karki, al cargo del Frente Sur de la organización. El ataque tuvo lugar este viernes, en el cuartel general subterráneo que Hezbolá tiene bajo una zona residencial en el área de Dahieh, en el sur de Beirut.
"El ataque se llevó a cabo mientras la cadena de mando superior de Hezbolá operaba desde el cuartel general y promovía actividades terroristas contra los ciudadanos del Estado de Israel", han señalado las FDI en un comunicado.
Nasralá "fue responsable de dirigir y ejecutar ataques terroristas en todo el mundo", remarcan las FDI, que le culpan haber arrastrado a Líbano a una guerra a gran escala contra Israel al haber sumado a Hezbolá al conflicto que mantiene desde el 7 de octubre con el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás).
"Desde entonces, Hezbolá ha continuado sus ataques de manera continua y sin provocación previa contra los ciudadanos de Israel, arrastrando a Líbano y a toda la región a una escalada más amplia", señala el Ejército.
El jefe del Estado Mayor de las FDI, el teniente general Herzi Halevi, ha advertido tras esta muerte que el Ejército es capaz de llegar hasta "cualquiera que amenace a los ciudadanos de Israel", un aviso que recuerda al lanzado en la víspera por el primer ministro Benjamin Netanyahu en la sede de Naciones Unidas.
Fuentes de Hezbolá, por su parte, han confirmado que se perdió el contacto con Nasralá el viernes por la noche después de los bombardeos que cayeron sobre la sede de la organización. Decenas de ataques impactaron sobre Beirut con una intensidad que no se producía desde la guerra de Líbano de 2006.
Precisamente, Hasán Nasralá ha corrido la misma surte que su antecesor, Abbas Musaui, quien murió como consecuencia de un ataque de Israel en febrero de 1992. Tenía 32 años cuando se puso al frente de Hezbolá.
El punto de inflexión en su carrera política, comenzó militando en el partido político chií AMAL, se produjo durante la guerra de Líbano en 2006 y su liderazgo se consolidó aún más tras las elecciones parlamentarias de 2018, en las que Hezbolá logró recabar trece escaños.
Tras los comicios, Hezbolá y otros partidos aliados desempeñaron un importante papel en la formación de un gobierno de unidad que acabó recayendo en el ex primer ministro Saad Hariri. No obstante, sus popularidad se ha compensado también con críticas por su apoyo al Gobierno sirio del presidente Bashar al Assad.
La mayoría de los discursos del ya finado líder de Hezbolá se retransmiten en directo por televisión y rara vez aparece en público ante el temor de poder ser blanco de los ataques de sus enemigos, como así ha sido finalmente.