GUERRA DE UCRANIA

Putin logra contener la rebelión de 'los Wagner' de Prigozhin pero acaba muy debilitado

Gracias a la mediación de Bielorrusia, el líder de los mercenarios acepta detener su marcha al Kremlin a cambio de que se le retiren los cargos de traición
Soldados de Wagner abandonando Rostov
Soldados de Wagner abandonando Rostov

El líder del grupo de mercenarios Wagner, Yevgeny Prigozhin, se ha marchado a Bielorrusia tras llegar a un acuerdo con el Kremlin que pone fin a su rebelión armada contra la cúpula militar rusa. Prigozhin, que ha participado en la guerra de Rusia en Ucrania, se quejaba de la falta de apoyo y recursos por parte del ejército ruso y decía buscar la justicia. El presidente Putin ha calificado su acción de traición y ha prometido castigar a los rebeldes, pero finalmente ha decidido retirar los cargos penales contra él y sus hombres.

El grupo Wagner es una compañía militar privada que opera en varios conflictos internacionales bajo el auspicio del Kremlin, aunque este lo niega. Sus miembros son reclutados principalmente de las cárceles rusas y se les acusa de cometer atrocidades y violaciones de los derechos humanos. Prigozhin es un empresario cercano a Putin que también está involucrado en actividades de desinformación y ciberataques.

La crisis entre Prigozhin y el Ministerio de Defensa ruso se desató el viernes, cuando los mercenarios de Wagner cruzaron la frontera desde el territorio ocupado en el este de Ucrania hacia la ciudad rusa de Rostov del Don, donde tomaron el control de varias instalaciones militares. Prigozhin anunció que su objetivo era derrocar al ministro de Defensa, Sergei Shoigu, y al jefe de las fuerzas armadas, Valery Gerasimov, a quienes acusa de mentir y atacar a sus hombres.

Putin reaccionó con dureza y declaró el estado de operación antiterrorista en Moscú, donde se cancelaron todos los eventos previstos. El presidente ruso afirmó que su reacción sería dura y que los rebeldes serían castigados. También pidió unidad al país y lamentó la puñalada en la espalda que supone la rebelión de Prigozhin.

La crisis interna en Rusia pudo haber tenido consecuencias para la guerra en Ucrania, donde Moscú mantiene unos 400.000 soldados desplegados. Kiev celebraba la inestabilidad que sacudía al país vecino y esperaba que esto le diera un respiro en su lucha por defender su soberanía e integridad territorial.

Sin embargo, la situación se resolvió sin que hubiera víctimas ni un aumento del nivel de tensión, gracias a la mediación del presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, que facilitó el acuerdo final entre Putin y Prigozhin. El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, explicó que Prigozhin se iría a Bielorrusia con la garantía personal del presidente ruso y que no se presentarían cargos contra ningún miembro de Wagner.

Peskov también indicó que los combatientes de Wagner que así lo desearan podrían firmar contratos con el Ministerio de Defensa en el futuro, siempre que no hubieran participado en la “campaña” de Prigozhin. Los que sí lo hicieron no serían perseguidos teniendo en cuenta sus méritos en el frente. “Siempre hemos respetado el heroísmo en el frente y siempre mantendremos ese respeto”, dijo Peskov.

El sábado por la noche, las tropas de Wagner comenzaron a abandonar el centro de Rostov del Don y a volver a sus bases. Algunas columnas llegaron a estar a solo 200 kilómetros de Moscú antes de dar marcha atrás. Prigozhin cedió a pocos kilómetros del Rubicón y volará al exilio a Bielorrusia, pero deja a un Putin debilitado.

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