Era una de las principales demandas de un gran número de lectores y escritores durante más de una década. La Real Academia Española (RAE) decidió ayer, en su pleno, cambiar la redacción del Diccionario Panhispánico de Dudas, donde hasta ayer se especificaba que la palabra «solo» se escribía sin tilde diacrítica en ningún caso. Muchos autores, como Sergio del Molino o Laura Fernández, o la editorial Nórdica, decidieron hacer oídos sordos a la RAE y siguieron utilizándola.
Pues bien, a partir de este jueves se puede utilizar de nuevo la tilde, pero solo en caso de ambigüedad. Cuando el escritor perciba que puede haber confusión, está permitido el uso de «sólo».
El uso de esta tilde abrió un amplio debate cultural entre escritores del mundo hispano. Para unos, un rasgo de refinamiento y que enriquece nuestra lengua. Para otros, un anacronismo y algo innecesario. Ahora, por fin, llueve a gusto de todos y cada cual podrá elegir si utilizarla o no.
