Más seguridad en El Arqua y el Teatro Romano de Cartagena contra los ecologistas radicales

El detonante ha sido el ataque protagonizado por dos ecologistas radicales el pasado sábado en el Museo del Prado
Teatro romano de Cartagena (Foto: Ayto CT)
Teatro romano de Cartagena (Foto: Ayto CT)

Se va incrementando el número de obras de arte que han sido víctima de alguna protesta ecologista. Estas acciones han conseguido tener una gran aceptación por parte de aquellos que defienden alguna causa a favor del medioambiente.

Con el ataque protagonizado por dos ecologistas radicales el pasado sábado en el Museo del Prado, donde pegaron sus manos a los dos marcos de 'Las majas' de Goya, hicieron una pintada en una pared y dañaron las molduras de los cuadros, ha puesto definitivamente en guardia a dos grandes museos de la Región de Murcia, ubicados en Cartagena.

El Museo Nacional de Arqueología Subacuática (Arqua), que pertenece al Ministerio de Cultura, y el Museo del Teatro Romano, de la Comunidad Autónoma, han aumentado la vigilancia para evitar atentados como los que han puesto en riesgo obras de arte en varios países en las últimas semanas. Todo ello, dentro una campaña de protestas contra la crisis climática, coincidiendo con la cumbre del clima de Egipto (COP27), que arrancó ayer.

En el Arqua, situado en el Muelle Alfonso XII y único museo nacional de la Región, el personal de seguridad y los funcionarios siguen las indicaciones dadas esta semana por el Ministerio de Cultura, tras los incidentes causados por la organización Just Stop Oil en museos europeos (el de Madrid lo perpetró Futuro Vegetal). El departamento que dirige Miquel Iceta ha instado a este y a otros centros públicos de España a «extremar las medidas de seguridad y ser exhaustivos».

Eso abarca desde la revisión de las mochilas a la detección de posibles objetos que puedan ser empleados por activistas, como botes de spray y otros productos que puedan llevar ocultos entre sus ropas.

Además de los habituales controles en los escáneres situados en las entradas, los trabajadores del Arqua y de otros museos estatales deben supervisar con el mayor celo posible las salas de exposiciones, por si algún visitante muestra algún comportamiento sospechoso, indicaron fuentes conocedoras de este plan.

También aseguraron que los empleados tienen órdenes de impedir el acceso con objetos punzantes, paraguas, bebidas y otros bultos, salvo causa justificada. Son precauciones similares a las adoptadas en Francia y otras naciones, ante la preocupación desatada por hechos como el lanzamiento de salsa de tomate cerca de la pintura 'La Joven de la perla', de Vermeer, en el Museo Mauritshuis de La Haya (Holanda), y de sopa de tomate a 'Los girasoles', de Van Gogh, en la National Gallery de Londres. Ambas pinturas estaban protegidas por cristales, lo que no disuadió a los extremistas, que grabaron y difundieron imágenes del ataque.

La inquietud por esta oleada de protestas (que ha dejado ya cerca de 250 detenidos) ha llevado también al Museo del Teatro Romano a incrementar las medidas de seguridad. Así lo confirmaron fuentes de este centro público, quienes indicaron que hay «más control del personal de vigilancia en relación a mochilas» y demás objetos, para tratar de evitar sobresaltos en las salas permanentes y de exposiciones temporales y en el yacimiento, del siglo I a. C.