Una guitarra eléctrica de color blanco se convierte en un lienzo en blanco donde podemos hacer un diseño personalizado o aplicar un color determinado. Para ello, hay que realizar un procedimiento especial para la coloración y que quede bien impregnado en la superficie. Al fin y al cabo, queremos que perdure y que no sufra ningún tipo de alteración en el material, de ahí que sea importante hacer correctamente el procedimiento, siendo las Ibanez blancas las mejores guitarras sobre las que se puede trabajar, ya que son una buena opción para personalizar con diseños elegantes gracias a que tienen un buen material.
Si quieres saber cómo pintar una guitarra eléctrica, te mostramos toda la información a continuación y todo lo que debes saber.
Materiales necesarios
En primer lugar, hay que observar la naturaleza de la guitarra, cuál es su estado y qué tipo de tonalidad queremos aplicar. Cabe la posibilidad que queramos quitar parte de la antigua pintura; para ello, debemos utilizar disolventes que permitan diluir y limpiar o también los decapantes del color. No obstante, para una guitarra blanca no sería necesario.
A partir de ahí, podemos emplear tintes al disolvente y al agua como para pintar y resaltar la veta de la guitarra. A su vez, hay colores en nitrocelulosa o poliuretano, spray y lata, según las necesidades y el tipo de trabajo que se quiera hacer.
Para los acabados, existen diferentes tipologías que, precisamente, pueden ser de gran utilidad y estéticamente quedan muy bien. Hay acabados que son desde el efecto espejo a un mate, sin olvidar que también quedan los brillos y reflejos con los barnizados al agua que ofrecen una apariencia mucho más elegante. El color queda completamente protegido y también la madera.
Tipos de pinturas
A la hora de pintar una guitarra, es preciso utilizar pinturas especiales que permitan la impregnación del color de manera eficiente y directa. En primer lugar, hay que destacar las pinturas con base de nitrocelulosa o acrílica, con acabado brillante y especial para las guitarras Gibson o Fender.
Por otro lado, están las pinturas de base acuosa que se encuentran en el mercado con numerosos colores. Simplemente, habría que elegir el tono deseado y, una vez que la superficie ha sido preparada, es cuestión de aplicar el color. A todo esto, hay que añadir lacas poliuretánicas como para ofrecer resistencia y que no se pierda el color aplicado en la superficie.
¿Cómo pintar la guitarra?
El primer paso que se debe hacer es imprimar la madera a través de un producto especial que pueda sellarla; de este modo, la pintura va a quedar más sujeta y firme sobre la superficie. Para impermeabilizar y mejorar el sellado, es conveniente utilizar un barniz tapaporos con acabado natural.
A continuación, se puede pintar la guitarra a mano haciendo uso de un spray o pintura de poliuretano. El objetivo es que queden finas capas de pintura y que se hagan movimientos lineales como para que quede más natural la apariencia.
Finalmente, se puede lacar la guitarra para crear ese efecto que hemos señalado previamente: brillos, sanitados o mate. De esta manera, quedaría la guitarra bien pintada y con la resistencia necesaria como para que pueda aguantar la pintura muchos años.
