Alejandro Valverde está demostrando en las clásicas que corre estos días en Italia a modo de despedida que se retira porque le da la gana, porque piernas tiene para seguir el tiempo que él quiera.
El mito de Las Lumbreras volvió a subir al podio en la Tres Valles Varesinos, disputandole el sprint al mismísimo Tadej Pogacar, ganador (4h36'59"), y al colombiano Sergio Higuita, segundo. La 'volata' resultó apretadísima y el murciano quedó tercero como podía haber ganado la prueba varesina.
El Movistar está demostrando un compromiso y una implicación total en la despedida del ciclista que le ha dado sus mayores alegrías desde los tours de Indurain. El equipo se puso el mono de trabajo al servicio de Valverde y controló la carrera y tiró del grupo en los dos últimos kilómetros para prepararle la llegada al murciano.
En el sprint, Valverde demostró que tiene intacto el instinto asesino, pero se vio superado por los pelos por el bicampeón del Tour Pogacar, que está haciendo un año para enmarcar, y por el colombiano Higuita, que aprovechó la circunstancia para subir al podio.
EL SÁBADO ESTÁ DEMASIADO CERCA
Así las cosas, ya sólo queda un capítulo en la anunciada despedida del mítico ciclista murciano de 42 años. Será este sábado en Il Lombardía, quinto y último monumento del año, y que será el escenario en el que el lumbrerense se bajará de la bici para sólo subirse de nuevo cuando quiera echar unos kilómetros con la grupeta de amigos.
El corredor está dejando grandes sensaciones en este ciclo italiano final, acumulando un segundo puesto en la Coppa Agostini, y un cuarto en el Giro de'll Emilia (que ganó su compañero de equipo Enric Mas). Por favor, que el sábado no llegue nunca.
