SEQUÍA

La cuenca del Segura, cada vez más cerca de la declaración de sequía

"Si las lluvias no se produjeran, a partir de diciembre tendríamos que empezar las actuaciones del Plan Especial de Sequía: una, las restricciones al regadío y, dos, también sería necesario tramitar un decreto de sequía, que requerirá más tiempo".
photo El año hidrológico 2021-22 se cerró con riegos normalizados, pero la cosa cambia para 2023. Si no llueve en los próximos dos meses, habrá restricciones, como mínimo para el regadío. "Estamos en el límite de entrar en el escenario 4, con restricciones incluso para el abastecimiento humano", ha dicho Mario Urrea, presidente de la CHS. Mientras tanto, los regantes siguen pidiendo auxilio.  

La junta de gobierno de la Confederación Hidrográfica del Segura se ha reunido este viernes y ha avanzado un panorama pesimista de cara al arranque del próximo año 2023. Mario Urrea, el presidente de la CHS, ha asegurado que en los próximos meses podría haber nuevas restricciones al regadío. "El sector agrícola debe saber que tenemos una probabilidad importante de que haya restricciones a primeros de año. Por lo tanto, todos aquellos cultivos de hortícolas, que exigen una programación, deberán tener en cuenta esta situación", ha asegurado el presidente de la Confederación Hidrográfica.

En la Junta de Gobierno, se ha puesto de manifiesto que el año hidrológico recién terminado el 30 de septiembre ha discurrido con normalidad: "Los riegos del año hidrológico 21/22 se han podido terminar con total normalidad", según Urrea.

Junta de Gobierno de la CHS
Junta de Gobierno de la CHS

Así las cosas, la preocupación se centra en lo que ocurra de aquí a final de año: "El sistema del Trasvase Tajo-Segura se encuentra ya con una declaración de sequía prolongada, que está suponiendo un estrés hídrico en la cabeza del Tajo y una minoración de las disponibilidades en la cuenca del Segura", aunque la CHS espera poder afrontar estos meses de octubre, noviembre y diciembre sin recortes. Sin embargo, a partir de enero de 2023 la cosa cambia, y de no llover en octubre y noviembre, la autoridad de la cuenca ya estudia alternativas: "Nuestras simulaciones nos llevan a que sea posible que en noviembre empecemos una situación de alerta. Deberían darse dos meses consecutivos para entrar en un escenario de sequía. Vamos a esperar a ver qué pasa". Además, "si las lluvias no se produjeran, a partir de diciembre tendríamos que empezar las actuaciones del Plan Especial de Sequía: una, las restricciones al regadío y, dos, también sería necesario tramitar un decreto de sequía, que requerirá más tiempo".