Un padre ha sido condenado a realizar trabajos comunitarios, indemnizar a su hijo y mantenerse alejado de él. Al parecer, el mejor recibió una bofetada por manchar el coche mientras se comía un helado.
La sentencia fue emitida por el Juzgado de lo Penal nº 4 de Murcia el 5 de julio de 2022 y ratificada por la Audiencia Provincial de Murcia en el mes de marzo de 2023. La misma se basa en los hechos ocurridos en Mallorca en julio de 2019, cuando el padre estaba de vacaciones con sus dos hijos de 5 y 7 años, después de su divorcio de la madre.
La sentencia establece que el niño se le cayó un helado dentro del vehículo de alquiler, lo cual provocó que el padre le golpeara en el rostro. El menor regresó con su madre, y ésta al ver la marca en la cara del niño, lo llevó al médico, quien activó el protocolo de maltrato. El niño sufrió una lesión en la mejilla derecha que requirió atención médica.
Aunque la sentencia reconoce que no se puede concluir que exista maltrato habitual y que el menor tiene vínculos seguros con ambos padres sin mostrar afectividad negativa hacia el padre, la sentencia previa fue confirmada sin posibilidad de recurso.
El padre fue condenado a 50 días de trabajos en beneficio de la comunidad, privación del derecho a la tenencia y porte de armas por un año y un día, y a no acercarse al menor a una distancia inferior a 300 metros durante seis meses y un día. Además, se le ordenó indemnizar al menor con 40 euros por las lesiones causadas.
Los magistrados argumentaron que la conducta del padre no puede considerarse dentro del derecho de corrección de los padres en el ejercicio de la patria potestad, como alegó el padre, ya que los comportamientos violentos que causen lesiones no encuentran amparo en dicho derecho. La sentencia también incluye una conversación telefónica en la que el padre reconoce haber golpeado a su hijo.
Según los magistrados, pretender que un niño no manche el coche mientras come un helado es difícil de lograr, considerando las circunstancias que pueden ocurrir durante la conducción. Además, el acto del padre de apartar la mano mientras conducía muestra un comportamiento poco educativo, ya que implica dejar de prestar atención a las circunstancias de la conducción.
