El Real Murcia no despega. Este sábado sumó en Soria su quinto empate consecutivo, y es que los de Mario Simón no consiguen una victoria desde hace más de un mes,aunque también es cierto que llevan 8 encuentros sin caer derrotados. Pero sumando de uno en uno es muy difícil mantenerse arriba. El objetivo del Real Murcia, por escudo, historia, afición y también por plantilla es el de ascender a segunda división. Es por eso por lo que este domingo solo valía un resultado: ganar.
El Real Murcia lo tuvo todo a su favor para lograrlo, adelantándose en el marcador por medio de un tanto de Arnau Ortiz, pero volvió a desvanecerse para acabar cediendo la ventaja. La primera mitad comenzó con un Numancia más dominador, también necesitado de resultados. No obstante, el Murcia estaba cómodo e inquietó a los locales con alguna que otra llegada, mientras Casado y Julio Gracia daban aire al conjunto grana desde la medular a medida que pasaban los minutos, y un Pedro León que creaba peligro.
De las botas del muleño precisamente nació el gol que ponía al Real por delante, en una internada marca de la casa por la derecha que terminaba en un centro mal despejado y que Arnau Ortiz aprovecharía para marcar. Tras el tanto, otra ocasión clara de los mismos dos protagonistas pudo poner el 0-2 en el marcador, sin suerte.
El Numancia, muy necesitado y también casi descolgado de la zona noble, salió mucho más enchufado en la segunda parte, y a los dos minutos estuvo a punto de empatar con un cabezazo. El Murcia no estaba demasiado incómodo pero tampoco creaba peligro y parecía que el gol local era más probable que el visitante. Y así fue. Tamayo empató de cabeza tras un centro por la derecha.
Tras el empate, un final loco, con un Murcia que se quedó hasta con dos jugadores menos, tras la doble amarilla de Alberto González en el 83 y la roja directa a Casado en el 90. Aún así, pudo hacer el gol de la victoria mediante Toril, que estando solo cruzó demasiado un disparo que pudo cambiar el signo del partido.
